Conociendo a... Domine

P: ¿Cuál fue la chispa que dio origen a Domine? Ese momento o idea que te hizo decir: “vale, este es el camino que quiero seguir”.
Pues, en mi caso, fueron dos chipas: la primera, cuando vi el videoclip de Thriller, de Michael Jackson. Y la segunda, cuando pisé una discoteca por primera vez y vi el efecto que la música de baile tenía en la gente.
P: Si tuvieras que describir la identidad de Domine sin mencionar géneros musicales, ¿cómo la definirías?
Actitud sin filtros.
P: ¿Qué parte del proceso creativo disfrutas más: la composición íntima, el caos del estudio o el vértigo de llevar las canciones al directo?
Las tres por igual porque cada una de ellas tiene su singularidad y te reconfortan de distinto modo. La composición inicial me llena más a nivel individual; el trabajo de estudio me abre a otros puntos de vista (el del productor, en mi caso) y a probar diferentes ecuaciones (sonidos, ritmos, ajustar letras/melodías) que a veces me alejan de lo que inicialmente tenía pensado, y el directo es el colofón donde tienes que darle todo al público y hacerle parte de tu mundo creativo.
P: ¿Qué temas, emociones u obsesiones atraviesan Domine y aparecen en tus canciones casi sin que te des cuenta?
Lo que más me obsesiona es tener una letra y melodías consistentes. Cuando trabajo con una canción siempre tengo en mente “esto tiene que ser single” y “tiene que perdurar”.
P: ¿Qué te gustaría que la gente descubriera de Domine cuando se acerque por primera vez a tu música?
Que hay canciones con una buena mezcla de historias y letras cotidianas con ritmos bailables, que vean que el pop bailable puede tener contenido. Y que se acerquen con los niveles de sarcasmo e ironía al máximo para disfrutar del doble sentido de algunas de mis letras. A partir de ahí, a bailar y evadirse.









